ceIsa. 47:5; Jer. 27:6, 7; Ezq. 26:7

Daniel 2

Capítulo 2

El sueño del rey

1En el segundo año del reinado de Nabucodonosor, este tuvo sueños
Lit. Nabucodonosor soñó sueños.
, y se turbó su espíritu b y no podía dormir
Lit. su sueño se fue de sobre él.
,
d.
2Entonces el rey mandó llamar a los magos
O sacerdotes adivinos.
, encantadores, hechiceros y caldeos
O astrólogos.
, para que le explicaran al rey sus sueños g. Vinieron, pues, y se presentaron ante el rey.
3Y el rey les dijo: «He tenido un sueño
Lit. Soñé un sueño.
,
i, y mi espíritu se ha turbado por el deseo de entender
Lit. saber.
el sueño».

4Entonces los caldeos hablaron al rey en arameo
El texto está escrito en arameo desde aquí hasta el cap. 7:28.
,
l: «¡Oh rey, viva para siempre m! Cuente el sueño a sus siervos, y nosotros le declararemos la interpretación n».
5El rey respondió a los caldeos: «Mis órdenes son firmes
Otra posible lectura es: La palabra se ha ido de mí; y así en el vers. 8.
: si no me dan a conocer el sueño y su interpretación, serán descuartizados y sus casas serán reducidas a escombros
Lit. muladares.
,
q.
6»Pero si me declaran el sueño y su interpretación, recibirán de mí regalos, recompensas y grandes honores. Por tanto, declárenme el sueño y su interpretación r».

7Respondieron ellos por segunda vez: «Refiera el rey su sueño a sus siervos, y declararemos la interpretación s». 8Respondió el rey: «Ciertamente sé que quieren ganar
Lit. comprar.
tiempo, porque ven que mis órdenes son firmes.
9»Si no me declaran el sueño, hay una sola sentencia
O ley.
,
v para ustedes. Porque se han concertado para hablar delante de mí palabras falsas y perversas
Lit. palabra falsa y perversa.
,
x hasta que cambie la situación
Lit. el tiempo.
. Por tanto, díganme el sueño para que yo sepa que me pueden dar su interpretación».

10Los caldeos respondieron al
Lit. delante del.
rey: «No hay hombre sobre la tierra que pueda declarar el asunto al
Lit. del.
rey, puesto que ningún gran rey o gobernante jamás ha pedido cosa semejante a ningún mago
O sacerdote adivino.
, encantador o caldeo ac.
11»Lo que el rey demanda es difícil y no hay nadie que lo pueda declarar ad al rey sino los dioses cuya morada no está entre los hombres
Lit. no está con carne.
,
af».

12A causa de esto el rey se indignó y se enfureció ag en gran manera y dio la orden de que mataran a todos los sabios de Babilonia. 13Y se publicó el decreto
O la ley.
de que mataran a todos los sabios. Buscaron también a Daniel y a sus amigos ai para matarlos.

14Entonces Daniel habló con discreción y sensatez a Arioc, capitán de la guardia
O los verdugos.
del rey, que había salido para matar a los sabios de Babilonia ak.
15Y preguntó a Arioc, capitán del rey: «¿Por qué es tan riguroso
O apremiante.
el decreto
O la ley.
del rey?». Y Arioc informó a Daniel sobre el asunto.
16Así que Daniel fue a pedirle al rey que le diera tiempo
O le señalara un tiempo.
para declarar la interpretación al rey.

17Entonces Daniel fue a su casa e informó el asunto a sus amigos Ananías, Misael y Azarías ao, 18para que pidieran misericordia del Dios del cielo acerca de este misterio ap, a fin de que no perecieran Daniel y sus amigos con el resto aq de los sabios de Babilonia.

19Entonces el misterio fue revelado a Daniel en una visión de noche ar. Daniel entonces bendijo al Dios del cielo, 20y dijo:

«Sea el nombre de Dios bendito por los siglos de los siglos as,

Porque la sabiduría y el poder son de Él at.
21ȃl es quien cambia los tiempos y las edades au;

Quita reyes y pone reyes av.

Da sabiduría a los sabios,

Y conocimiento a los entendidos
Lit. conocedores del entendimiento.
,
ax.
22ȃl es quien revela lo profundo y lo escondido ay.

Conoce lo que está en tinieblas az,

Y la luz mora con Él ba.
23»A ti, Dios de mis padres bb, yo doy gracias y alabo,

Porque me has dado sabiduría y poder bc,

Y ahora me has revelado lo que te habíamos pedido,

Pues nos has dado a conocer el asunto del rey bd».

24Después fue Daniel adonde estaba Arioc, a quien el rey había designado para dar muerte a los sabios de Babilonia be. Fue y le habló así: «No des muerte a los sabios de Babilonia. Llévame ante el rey, y declararé al rey la interpretación».

25Entonces Arioc se apresuró a llevar a Daniel ante el rey bf, y le dijo así: «He hallado a un hombre entre los deportados
Lit. hijos del destierro.
de Judá bh que dará a conocer al rey la interpretación».
26El rey le preguntó a Daniel, a quien llamaban Beltsasar: «¿Eres tú capaz de darme a conocer el sueño que he visto y su interpretación bi?».

27Daniel respondió ante el rey, y dijo: «En cuanto al misterio que el rey quiere saber, no hay sabios, encantadores, magos
O sacerdotes adivinos.
ni adivinos que puedan declararlo al rey bk.
28»Pero hay un Dios en el cielo que revela los misterios bl, y Él ha dado a conocer al rey Nabucodonosor lo que sucederá al fin de los días bm. Su sueño y las visiones que usted ha tenido
Lit. de tu cabeza.
en su cama bo eran estos:
29»A usted, oh rey, en su cama le surgieron pensamientos sobre lo que habrá de suceder en el futuro
Lit. después de esto.
, y el que revela los misterios le ha dado a conocer lo que sucederá bq.
30»En cuanto a mí, me ha sido revelado este misterio, no porque yo tenga
Lit. que esté en mí.
más sabiduría que cualquier otro viviente, sino con el fin de dar a conocer al rey la interpretación bs, y para que usted entienda los pensamientos bt de su corazón.

31»Usted, oh rey, tuvo una visión en la que había una gran estatua. Esa estatua era enorme y su brillo extraordinario; estaba en pie delante de usted y su aspecto era terrible bu. 32»La cabeza de esta estatua era de oro bv puro, su pecho y sus brazos de plata, y su vientre y sus muslos de bronce, 33sus piernas de hierro, sus pies en parte de hierro y en parte de barro. 34»La estuvo mirando hasta que una piedra fue cortada sin ayuda de manos bw, y golpeó la estatua en sus pies de hierro y de barro, y los desmenuzó bx. 35»Entonces fueron desmenuzados, todos a la vez
Lit. como uno.
, el hierro, el barro, el bronce, la plata y el oro. Quedaron como el tamo bz de las eras en verano, y el viento se los llevó sin que quedara rastro alguno de ellos ca. Y la piedra que había golpeado la estatua se convirtió en un gran monte cb que llenó toda la tierra.

36»Este es el sueño. Ahora diremos ante el rey su interpretación cc. 37»Usted, oh rey, es rey de reyes, a quien el Dios del cielo ha dado el reino
O la soberanía.
,
ce, el poder cf, la fuerza y la gloria.
38»Y dondequiera que habiten los hijos de los hombres, las bestias del campo o las aves del cielo cg, Él los ha entregado en su mano y lo ha hecho soberano de todos ellos; usted es la cabeza de oro.

39»Después de usted se levantará otro reino, inferior a usted, y luego un tercer reino, de bronce, que gobernará sobre toda la tierra. 40»Y habrá un cuarto reino, tan fuerte como el hierro. Y así como el hierro desmenuza y destroza todas las cosas, como el hierro que tritura, así él desmenuzará y triturará a todos estos ch.

41»Lo que usted vio, los pies y los dedos, parte de barro de alfarero y parte de hierro, será un reino dividido. Pero tendrá la solidez del hierro, ya que vio el hierro mezclado con barro corriente
Lit. barro de lodo.
.
42»Y así como los dedos de los pies eran parte de hierro y parte de barro cocido, también parte del reino será fuerte y parte será frágil. 43»En cuanto al hierro mezclado con barro corriente
Lit. barro de lodo.
que ha visto, se mezclarán mediante
O con.
simiente humana. Pero no se unirán el uno con el otro, como no se mezcla el hierro con el barro.

44»En los días de estos reyes, el Dios del cielo levantará un reino cl que jamás será destruido, y este reino no será entregado
Lit. dejado.
,
cn a otro pueblo co. Desmenuzará cp y pondrá fin a todos aquellos reinos, y él permanecerá para siempre,
45tal como usted vio que una piedra fue cortada del monte sin ayuda de manos y que desmenuzó el hierro, el bronce, el barro cq, la plata y el oro. El gran Dios ha hecho saber al rey lo que sucederá en el futuro
Lit. después de esto.
,
cs. Así, pues, el sueño es verdadero y la interpretación fiel ct».

46Entonces el rey Nabucodonosor cayó sobre su rostro, se postró cu ante Daniel, y ordenó que le ofrecieran presentes
O una ofrenda.
e incienso
Lit. y olores gratos.
,
cx.
47El rey habló a Daniel, y le dijo: «En verdad que su Dios es Dios cy de dioses, Señor de reyes cz y revelador de misterios, ya que tú has podido revelar este misterio da».

48Entonces el rey engrandeció a Daniel y le dio muchos regalos espléndidos, y le hizo gobernador sobre toda la provincia de Babilonia y jefe supremo
Lit. jefe de los prefectos.
,
dc sobre todos los sabios de Babilonia dd.
49Por solicitud de Daniel, el rey puso sobre la administración de la provincia de Babilonia de a Sadrac, Mesac y a Abed Nego, mientras que Daniel quedó en la corte
Lit. puerta.
del rey dg.
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